
No, no comencemos con demagogias, no es una lacra social. Ante nosotros se encuentra una de tantas consecuencias que nos ha generado la gestión económica en nuestro país, de todos y cada uno de los que se han dedicado a echar la soga al cuello los finales de mes, y mas a estas alturas de la crisis.
Antes de que me lo digan, me voy a adelantar. Otra cosa son los derivados del llamado botellón. Está claro que en la buena educación reside toda probabilidad de que estas dispares reuniones juveniles acaban de una manera o de otra. Hace unos días me hice eco de una
Mas bien me gustaría animarles a que sigan, pero variando el rumbo, hay que tener valor y atajar el problema, que es la poca cultura y educación de la mayoría de nosotros,los jóvenes, y avisar a esos padres que van de buenos educadores con los suyos, porque es muy sencillo dejarlos vagar por ahí y luego sin saber nada de ná, imponerles un castigo u otro.
Me apena que estemos siempre a ver a qué es lo que se le puede sacar tajada política o económicamente. Señores, que el botellón, no es ningún tubérculo en la sociedad. Puede hasta llegar a tomarse como una actividad juvenil más. Si no, ¿qué me dicen cuando van por ahí con los amigos al campo y se llevan sus coca -colas y cervecitas, en esas neveras tan ortodoxas?

Ante todo cantidades adecuadas.
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